(El Tribuno) Mujer es adicta a comer pelos de gato

Una mujer de 45 años, natural de Detroit, tiene una afición que bien le podría llevar a tener una de las obstrucciones intestinales más importantes de la historia médica. Declara que cada dos horas tiene que comer una bola de pelo de su gato, comparando su sabor al del algodón de azúcar.

Para ella se ha vuelto una adicción, hasta tal punto que si el gato no le permite coger su bocado, la mujer se come el pelo que ha quedado en su peine o le chupa el pelaje al animal.

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