El niño que no puede dejar de sonreír

James Edgar es un niño de 11 años que, a la tierna edad de 17 meses, fue diagnosticado con el "síndrome de Angelman". 

La enfermedad es un exctraño trastorno neurológico que, entre otros síntomas, impide dejar de reirse y sonreir. La enfermedad provoca retrasos en la sicomotricidad, dificultades al hablar y. como consecuencia, no puede tener relaciones con otros niños de forma normal.

Con el uso de aparatos como el iPad ha conseguido transmitir a su familia sentimientos y emociones que al niño le ocurren a diario que, de otra manera, le sería imposible. "James puede parecer siempre feliz pero puede sentir otras emociones aunque no las muestre" declaró su madre.

Enlace: Noticia Tele5