Luke, un perro de Oklahoma, salió a dar una vuelta y volvió con un bebé muerto en la boca, igual que cuando cogen a sus cachorros. Así lo dejó al lado de su cuidadora que enseguida llamó a la policía.
Según declaró la mujer, el perro debió encontrarse con el bebé en los alrededores de la casa y con intención de ayudarle los cogió y lo llevó a casa. El bebé aun tenía el cordón umbilical.
La policía no tiene datos sobre quién es el niño y que hacía allí.
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