Nueve chofers paraguayos han clavado sus extremidades a la madera como protesta por su expulsión de la compañía.
Nueve conductores paraguayos, despedidos de la empresa de autobuses en la que trabajaban, han pasado veinte días crucificados. Literalmente clavados a la madera a modo de protesta.
Otros 4 compañeros llevan 35 días en huelga de hambre para denunciar, como ellos, que su expulsión de la compañía Aufredi Paredes se debe a su filiación sindical. Cinco de ellos han sido readmitidos en la empresa, que entregarás las correspondientes indemnizaciones al resto de los empleados despedidos.
Fuente: ABC