Jim Dunbar sufre una extraña acepción que le obliga a llegar siempre tarde a todo

Jim Dunbar ha llegado tarde a todo lo que se ha propuesto. Él es sin duda, el amigo impuntual. A sus 57 años ya tiene la excusa perfecta, su falta de organización está diagnosticada como una afección médica. Incluso cuando tuvo que hacerse las últimas pruebas médicas llegó una hora tarde.

Recientemente Jim, que ahora vive en Forfar, trató de ir al cine. Sabiendo que podría ser un problema para llegar a tiempo decidió darse un márgen de 11 horas, llegó 20 minutos después de haber comenzado la película.

"Me levanté a las 8.15 para ir a una película de David Bowie, que comenzaba a las siete en punto de la tarde. Eso me daba once horas para prepararme. Sabía donde tenía que ir pero llegué con 20 minutos de retraso", reconoce el triste protagonista.

En su salón tiene un reloj especial sincronizado con la radio, lo que le debía ayudar a organizarse, pero no hay forma. "Me las arreglé para recoger a un amigo al mediodía para irnos de vacaciones y llegué con cuatro horas de retraso. Estaba furioso porque habíamos reservado un ferry.

La dolencia de Jim afecta a la misma parte del cerebro que se relaciona con un Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y supone que no puede medir adecuadamente los tiempos largos. Jim asegura que el llegar tarde le ha hecho perder decenas de puestos de trabajo en los últimos años.

Fuente: Antena 3