Cuando se le preguntó si algún día podríamos estar comiendo una hamburguesa de pingüino, tigre o león, el profesor Post dijo: “¿Si porque no. Podemos hacer hamburguesas de Pingüinos?. “Supongo que puedo porque todos los pájaros tienen las mismas células satélites o células madre en el músculo.”
El veredicto del jurado de notable que degustaron la hamburguesa era que se ve y se siente como la carne, pero no sabe cómo carne.
Josh Schonwald, autor del libro El sabor de la Mañana, después de masticar cuidadosamente dijo: “La textura, la sensación en la boca, es como la carne, la ausencia de grasa cambia el sabor. Lo más llamativo es, sin duda el sabor.”
Un proceso de varios pasos se utiliza para convertir un plato de células madre en una hamburguesa. En primer lugar las células madre son cultivadas en un caldo de nutrientes, lo que les permite proliferar. Luego la solución en puesta en una placa de cultivo, con varios puntos de anclaje en donde las células se organizan en trozos de tejido o musculo.
La estimulación eléctrica se utiliza para hacer que las tiras de músculo se contraigan y de esta forma se hacen crecer – el equivalente de laboratorio al trabajo en un gimnasio.
Finalmente los miles de tiras de carne picada se mezclaran con grasa animal también cultivada en el laboratorio y se moldean. Alrededor de 20.000 hebras de carne son necesarios para hacer un 1.42 gramos de hamburguesa.
Fuente: Insólito Noticias