China comenzó esta semana a castigar a los hijos que no visiten a sus padres. Así lo ordena la recién aprobada Ley de Protección de los Derechos y los Intereses de los Ancianos. La nueva norma exige a los adultos visitar a sus progenitores ancianos de forma regular. Si no lo hacen, se exponen a ser demandados, multados o, incluso, acabar en la cárcel. La normativa no lleva ni 48 horas en vigor y ya se ha producido la primera condena. Una mujer china deberá visitar a su madre de 77 años de edad al menos una vez cada dos meses. Si no lo hace deberá pagar una multa.
La devoción hacia los ancianos y la lealtad filial es algo sagrado en la cultura china. Los padres crían a sus hijos con la certeza de que cuando llegue el momento de la jubilación y el descanso, serán los hijos quienes cuidarán de ellos, tanto emocional como económicamente. Es una de las bases culturales chinas desde hace siglos, pero que está siendo dilapidada por el tremendo desarrollo del país en los últimos 30 años. Muchos hijos, bien sea porque viven en alguna gran ciudad a miles de kilómetros de casa y no tienen dinero para volver, o porque olvidaron todos los valores tradicionales, obsesionados por un mundo lleno de oportunidades de negocio y consumismo, se olvidan de sus padres durante largas temporadas. Sólo por el Año Nuevo Chino, momento de la reunión familiar, se permiten visitar a sus progenitores.
Según Xiao Jinming, uno de los diseñadores de esta ley, el objetivo es dar un toque de atención a una sociedad cada vez más agresiva e individualista. “Se trata principalmente de proteger el derecho de la gente mayor a recibir apoyo emocional, queremos enfatizar esa necesidad”, expresó el legislador. Ya antes de aprobarse la ley, los juzgados chinos trataron centenares de denuncias de padres hacia sus hijos. Los jueces, generalmente, resuelven la disputa ordenando a los hijos que visiten con mayor frecuencia a sus padres, sin que haya dinero de por medio.
“¿Un país que legisla sobre el respeto a los padres? Esto es simplemente un insulto a la nación”, rezaba uno de los ocho millones de comentarios que se han hecho al respecto en Weibo, el Twitter chino. “El gobierno debería haber pensado cómo resolver este problema cuando instauró la política del hijo único”, decía otro. Debido a la prohibición de tener más de un hijo que rige en China desde hace 34 años, la población del gigante asiático está envejeciendo de forma alarmante. Más del 14% de la población actual, 194 millones de personas, cuenta más de 60 años, según datos del último censo.
Fuente: Clarín