El museo de Anatomía Patológica y Teratología (estudio de malformaciones congénitas en seres vivos) fue abierto en 1835 por el sucesor de Guillaume Dupuytren, célebre cirujano del hospital más famoso de París que se encuentra junto a la catedral de Notre Dame.
En un principio, sólo los hombres estaban autorizados a visitarlo.
Existe una sala llena de vitrinas abarrotadas de frascos donde flotan en glicerina o en formol fetos malformados, miembros con diversas lesiones, disecados o no, adornados con pústulas, bubones, hipertrofias, tumores y quistes, con sus respectivas leyendas que señalan la patología y todos los detalles pertinentes.
Las muestras más antiguas son las reproducciones en cera de enfermedades dermatológicas como el sarcoma, el sífilis y deformaciones congénitas. que lucen bastante reales.
La colección de órganos genitales con malformaciones o necrosis, entre las que podemos encontrar a un hermafrodita, úteros habitados por embriones y fetos de todo tipo son los que más impresión causan a las almas sensibles.
Sobre las estanterías, destaca la colección de esqueletos de niños con hidrocefalia y sus enormes cráneos.
Fuente: RPP Noticias