Lo normal es que se decida un cambio en la denominación. Sin embargo, por distintas circunstancias, hay veces que ésta se mantiene y llega hasta nosotros con su vis cómica intacta. Esta entrada es una celebración de los mejores casos en comidas y bebidas. La mayoría son vinos -no me preguntéis por qué-; también hay productos que, por desgracia, nunca se han llegado a vender en España, o puros despropósitos que ni siquiera tienen justificación por venir de otros idiomas. Pero todos entretienen, que es de lo que se trata.
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