Sin sexo "Reto NoFap": 90 días de abstinencia para mejorar el cuerpo y el alma

Fapstronauta antes y después del Reto

  • El reto NoFap consiste en renunciar a la masturbación compulsiva y a la pornografía durante 90 días
  • Los que se han lanzado a un periodo de abstinencia aseguran que los beneficios van desde un aumento de la confianza en sí mismo a una mayor concentración

Los Fapstronautas han visto la luz y no precisamente la de las estrellas. Su epifanía coincide más bien con la renuncia a la masturbación y al porno durante un determinado periodo de tiempo, que en general suele llegar hasta los 90 días. No hay una base religiosa a la raíz de esta decisión, ni el miedo a quedarse ciego. Las razones para sumarse al reto de la abstinencia pueden ser numerosas. Los hay quienes empiezan con el objetivo de liberarse del porno. Otros buscan mayor control sobre sus emociones, mejorar la confianza en sí mismo y recuperar tiempo libre. Hay también lo que se remiten a estudios científicos que acomunan la dependencia del porno con el abuso de alcohol o de drogas.

Hay quienes empiezan con el objetivo de liberarse del porno, otros buscan mayor control sobre sus emociones.

El primer paso, según las teorías fapstronauticas, es “admitir que existe un problema”. Lo siguiente es aprender acerca del tema, sustituir la adicción con prácticas más saludables, buscar apoyo y mantener las manos ocupadas, de acuerdo con los consejos que dispensa la comunidad NoFap.

“Estoy aquí para deciros que no estamos destinados a eso y que ahora siento como un aliento de aire fresco”, revela un chico en un vídeo colgado en YouTube tras un periodo de abstinencia de 90 días. “Al principio pensaba que nunca hubiera podido aguantar y al final casi lloro”. Su grabación está repleta de mensajes de personas que le dan los ánimos, agradecen su testimonio o buscan consejos y ayudas.


El protagonista del vídeo enumera las ventajas producidas por la abstinencia sobre su cuerpo y su alma. Su memoria, asegura, ha mejorado notablemente, así como su concentración. “Antes del reto no tenía un futuro claro, no iba a ningún lado, porque no creía que fuera capaz de lograr algo”, recuerda. “Ahora estoy más feliz, me siento libre”. Resumiendo, ahora que los tiempos en que llegaba a “desperdiciar el semen” hasta tres veces al día se han quedado atrás, se siente “como el Doctor Jekyll y Mister Hyde”.


Rory Patrick quiso ir más allá y llegar hasta los 100 días. Al comunicar su decisión en Twitter el pasado 5 de abril, nunca había llegado a imaginar que habría dado vida a un hashtag con su nombre: #Rory100. Los primeros cuatro días, admite en una entrevista, fueron los más complicados, pero el día en que puso fin a su empresa se masturbó “con un ímpetu como cuando era adolescente”, recuerda. “Después me quedé sin moverme durante unos 20 minutos y luego publiqué una foto sonriendo en mi perfil de Twitter”. Muchos de sus seguidores celebraron con él el fin del reto masturbándose en sus propios hogares.

Otros pasan de abstinencia y prefieren masturbarse frente a la cámara hasta alcanzar el orgasmo. El proyecto Beautiful Agony recoge sus momentos íntimos, pero el enfoque se ciñe escrupulosamente a los rostros. Hay también quien opta por otro tipo de retos y prefiere llegar al clímax acompañado por un buen libro, como ilustra el fotógrafo Clayton Cubitt en la serie Histerical Literature. En sus vídeos, aparecen mujeres que leen en voz alta sentadas detrás de un escritorio, mientras alguien situado debajo de la mesa les ayuda a llegar al orgasmo.


Fuente: Zoomnews