Un empresario alicantino será juzgado el próximo miércoles por encañonar con una pistola a una empleada tras un desacuerdo en el finiquito de ésta, a quien amenazó con "pegarle un tiro". Instantes antes, el empresario la obligó a rellenar varios documentos en blanco, según consta en el escrito de acusación formulado por el Ministerio Fiscal.
Los hechos ocurrieron en 2008 en una de las dependencias de la empresa, ubicada en la localidad alicantina de Villena. El empresario y la empleada iniciaron una discusión por la jornada laboral de la mujer y después de que el ahora acusado la obligara a rellenar unos documentos en blanco. Ante la voluntad de la víctima de no seguir trabajando para él y surgir un desacuerdo sobre el importe del finiquito, el empresario sacó una pistola, apuntó a la cabeza de la trabajadora y la amenazó con pegarle un tiro.
Seguidamente, el acusado retuvo contra su voluntad a la víctima durante casi una hora, la amedrentó con la pistola y la empujó en dos ocasiones hacia el interior de la oficina. "Tu eres gilipollas, lo que más asco me da es ver a una mujer llorar", afirmó el empresario al ver que la empleada, que logró hacer tres llamadas telefónicas al 112, empezaba a sollozar.
Tras personarse varios agentes de la Guardia Civil en la empresa, la mujer pudo salir de la oficina, según señala la acusación pública. La pistola fue hallada por los agentes en el techo de plástico del patio contiguo a la oficina.
Según el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de detención ilegal y pide para el acusado cuatro años y seis meses de prisión, y una indemnización de 800 euros para la víctima.
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